viernes, 15 de abril de 2011

LA CREACION DE UNA 3RA. INSTANCIA.

(La denuncia ante la Cámara, Corte Suprema o penal).

Hace unos pocos días, recorriendo los mails recibidos, encontré uno proveniente de “30 Noticias” ( www.30noticias.com.ar) que me motivó a plantear éstas líneas y ante la situación general en los Tribunales.
En efecto; el mismo comienza expresando --(y bajo el título “Agenda-Historia Rosarinas” del 14.07.05) en un artículo intitulado “Abogados, leguleyos y chantas del Rosario antiguo” lo siguiente, --que me permito transcribir en sus párrafos iniciales ya que no tienen desperdicio alguno--.
“Cuando en el siglo XVI se expandió la conquista española en América, los reyes prohibieron que se embarcaran con destino a éstas tierras a los moros, judíos, gitanos, putas y....abogados.”
“Es que los abogados estaban mal vistos por la Corona por “ser urdidores de enredos y causantes de la ruina de los litigantes”. Muestra de tal desdén son las instrucciones recibidas por el Gobernador Pedro Arias de Avila, en las que se indica: “Que no vayan abogados a América y si van, que no litiguen”. Hasta aquí, parte del jugoso artículo que recomiendo leer despaciosamente en su totalidad...
Si tales conceptos los trasladásemos a nuestros días, creo sin hesitación alguna que se ajustan dichos conceptos a los que pueden tener Don Pedro o Doña Rosa (al decir de Neustad).
Es que (y aquí viene mi asombro) es el mismo concepto que desgraciadamente me está convenciendo (a pesar de la enorme lucha clandestina dentro de mí) de lo mismo. Me cuesta trabajo creer en lo que veo, observo y padezco diariamente de nuestros insignes profesionales del Derecho (o torcido?) que litigan.
Es que a la fecha se ha hecho constumbre inveterada que cualquier profesional (perdido en lo desconocido o ignoto en la actividad jurídica) utilice sin desparpajo alguno la denuncia ante la Càmara, la Corte Suprema o los Jueces penales, de supuestos errores jurídicos o delitos y muchísimas veces, porque simplemente han osado los jueces de 1ra. instancia resolver en contra del denunciante.
A ésta altura del año, el suscripto ha recopilado (en seis meses) nada menos que una denuncia ante la Cámara, dos ante la Corte y una penal ( y vaya a saber cuántas más de las que no me he enterado). Y sólo porque se ha fallado en contra o se ha sancionado al profesional por algún chancullo cometido, lo que me convence, en primer lugar que muchos profesionales del Derecho no tienen bandera, patria ni honor (y muchas veces lo ignoran), ya que juegan con la fama y el honor de magistrados y funcionarios y lo que es peor, la de su familia.
Qué ha quedado del respeto y prudencia necesarias que debe ostentar el profesional ?. Cierto es –desgraciadamente- que al decir del rumor de los pasillos, muchos de mis colegas magistrados merecerían ser premiados con un puntapié en salva sea la parte, pero existen mecanismos jurídicos –con debido fundamento, no lo que está ocurriendo ahora-- para defenestrarlos sin piedad. Muchos también --y esto es más lamentable-- respecto a mis colegas de la parte penal que utilizan a mansalva lo que puede denominarse el “ius cuerpeandi” bajo el pretexto de que se lo está utilizando con fines políticos. Quisiera saber qué trámite han tenido, por ejem., las denuncias remitidas para la investigación de la comisión de algún ilícito penal cursadas por los jueces civiles a sede penal. Pero así es el trabajo...Si no tienen lo que tienen que tener, que se vayan...Y pongan bajo buen resguardo a aquéllos que así actúan, porque bien decía Couture: “Cuando la política entra por la puerta de los Tribunales, la justicia sale por la ventana”.
Nuestro Código de Etica obliga a los jueces a una serie de obligaciones como ser “conciencia funcional”, “independencia”, “imparcialidad”, “conocimiento”, “dignidad y transparencia”, “decoro”, “honestidad”, “diligencia”, “lealtad y secreto profesional”, “responsabilidad institucional”, “afabilidad”, “buena fe”, “austeridad republicana”, “prudencia” y “fortaleza” ( v. “Código de Etica – Poder Judicial de la Pcia. de Santa Fe” -, editado por la Corte Suprema de Justicia en abril de 2002 –aprobado por Acordada de dicho órgano según acta nro,. 10 del 20.03.2002-) todo lo cuál si fuese también aplicado por los colegas profesionales en el trabajo diario (aunque sea en una pequeñísima parte), cuán distinta sería la praxis tribunalicia.
Pero desgraciadamente, no es así. Profesionales que intentan zancadillas jurídicas a los funcionarios y jueces, retiro de expedientes intentando no dejar recibo o si lo dejan, realizando el mismo en otra letra –para que no se lo encuentre- y sobre todas las cosas, mintiendo y sin importarle –vaya ser humano-- qué le puede pasar el secretario, porque cuando los superiores quieren hacerles marcar la “letra chica” de las tantas leyes, decretos y Acordadas emitidas, vaya si lo hacen...Y así estamos.
¿ Cómo parar esto? ¿ésta situación de locura en la que me hace añorar aquéllos no lejanos tiempos en que existía la caballerosidad entre los profesionales y sobre todo hacia el Tribunal? ¿Dónde se perdió todo eso?.
Lamentablemente, son todas preguntas que no puedo tener respuestas, quizás la tengan mis descendientes, aunque lo dudo. Argentina está así porque el sustracto humano está así o peor. Y costará muchísimo cambiar (y durante generaciones), sobre todo, porque hace falta decisión y vocación política para ello. Lo que no veo a la vista...
Y por otro lado, existen los llamados “comunicadores sociales” que sin pausa desprestigian las instituciones (entre ellas la justicia) sin entender absolutamente nada de lo que se trata. ¿Adónde van?. ¿Por el raiting?. Imbéciles. Sólo socavan los cimientos de la República...escupìendo para arriba....Si hasta atacan la feria judicial.... No saben que muchos magistrados, en estos momentos, utilizamos la misma para ponernos al día de la avalancha de expedientes a resolver, en un medio en que solamente un cuarto de los juzgados ( relacionados con la ciudad de Córdoba –valga el ejemplo-) emiten más sentencias que ellos?. Y los abogados aprovechan esos días no sólo para ponerse al día sino que también para diagramar sus actividades en el resto del año. Y no le vayan a hablar de un horario de atención de Tribunales hasta las 5 ó 6 de la tarde, porque lo primero que alegan para oponerse es que: ¿cuándo atienden sus bufetes?.
A veces envidio no tener la pluma e ingenio corrosivo de un Chiappini (me ayudará en ésta cruzada?) para desbrozar lentamente todas y cada una de las situaciones en las que se vive actualmente en Tribunales, en los que –extrañamente- (permítaseme la digresión) no existe bandera argentina alguna en los Despachos de los Jueces cuando cualquier poligrillo político la tiene. Se me dijo alguna vez que saldría muy caro. Es que puede medirse esto en razón del dinero? Un símbolo nacional?. No sé. Me causa escozor...
Hasta la próxima (la habrá?).


Autor: Hubo B. Escalante

Fecha: 01/08/2005

ADVERTENCIA SOBRE COPYRIGHT: se permite su reproducción o republicación en cualquier medio, siempre y cuando se cite la fuente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario